NO ES CASTIGO, ES VIBRACIÓN

Una hermosa e imperceptible música reina en el Universo al cual pertenecemos y del que somos un fractal. Su ley gobierna todo lo que existe, y es por ello que todo cambio que esa música experimente, también será experimentado por todos los niveles de realidad que gobiernan sus notas. Al igual que en una de esas placas vibratorias con arena en su base que permiten visualizar mediante la vibración de ondas sonoras patrones geométricos, cada fractal de este planeta está siendo expuesto progresivamente a una nueva octava de frecuencia de mayor intensidad.

Tal y como lo hacen los granitos de arena sobre la placa, que conforme suben los Hz, unos van ordenándose en el patrón propio de esa frecuencia y otros en cambio son arrojados de dicha placa al no lograrlo, los humanos tenemos la opción de elevar la consciencia asociada a esta frecuencia y con ello permanecer en la placa formando parte del nuevo armónico o por el contrario, salir disparados de la placa por la incapacidad o la ineptitud de adaptarse al nuevo nivel consciencial.

Lo que en ocasiones solemos percibir como males o castigos, no son mas que procesos inevitables y necesarios para la propia evolución que además en última instancia y en todos los casos sirven a un bien mayor. Como decía Nicolas Tesla: "Si quieres entender los secretos del Universo, comienza a pensar en términos de energía, frecuencia y vibración."